Se lo conoce como guácharo (Steatornis caripensis). Es un ave nocturna que llega a medir hasta los 48 centímetros, desde su pico hasta la punta de la cola. Se trata de un ave frugívora, es decir, que se alimenta de frutas, especialmente de aquellas que contienen la mayor cantidad de grasas.

Un ejemplar de esta especie fue encontrado al sur de Guayaquil, en la ciudadela Santa Mónica, y personal del Municipio de Guayaquil lo trasladó al Centro de Paso de la Universidad Agraria del Ecuador (UAE), donde ahora se encuentra bajo cuidado. La MVZ. Ana Piña, responsable del Centro de Paso, explicó que este tipo de aves suele ser alimentado en los centros de manejo con frutas como aguacates, frutillas, nueces y, en menor medida, sandía, debido a que todas ellas aportan el nivel de grasa saludable que requieren para mantenerse en buen estado.

La especialista detalla que el ave fue reportada por un ciudadano y rescatada en horas de la mañana. Una vez en el Centro de Paso, se inició el chequeo correspondiente. Explicó que el guácharo pesa 250 gramos y presenta una condición corporal 1, lo que indica un estado de delgadez que no es favorable para su salud. Se le está ofreciendo alimento y agua, aunque al ser un ave nocturna no suele consumir durante el día. Al principio estaba nervioso debido a los sonidos de las otras aves y a la presencia humana. Posteriormente fue trasladado a una jaula más amplia que le permitirá ejercitarse y mantenerse más tranquilo.

Hábitat y distribución

El guácharo es un ave de temperaturas cálidas y templadas. En Ecuador, se encuentra en provincias como Azuay y también en la Amazonía, lo que refleja su capacidad de adaptarse tanto a climas tropicales como templados. Además, su distribución se extiende a países vecinos como Perú y otras naciones de Latinoamérica.

Aunque no se considera una especie de comercialización frecuente, el guácharo enfrenta amenazas principalmente por la pérdida de su hábitat. La doctora Piña explica que, debido a la deforestación y la reducción de los bosques, estas aves se ven obligadas a aparecer en zonas urbanas. “En la Costa y en otras partes del país hemos perdido gran parte de los bosques, lo que ha reducido el espacio natural para estas especies. Por lo general, los guácharos habitan en zonas con abundancia de árboles y ambientes tropicales, pero con el desplazamiento y la deforestación cada vez se los observa más en áreas urbanas”, señaló.

El trabajo del Centro de Paso

El guácharo se suma a las casi 400 especies que han ingresado al Centro de Paso desde su creación, el 10 de octubre de 2023. En dos años, este espacio ha recibido desde reptiles como tortugas, boas, falsas corales y culebras no venenosas, hasta aves, que en el 2025 se han convertido en la mayoría de especies rehabilitadas.

“Estamos próximos a cumplir dos años. Hemos recibido ya alrededor de 397 especies en los dos años. Antes recibíamos más reptiles, pero desde este año empezamos a recibir aves en mayor cantidad. Incluso hemos construido con ayuda de docentes y estudiantes tres aviarios más, porque hoy la mayor cantidad de especies que hemos rehabilitado han sido aves”, detalla la veterinaria.

¿Qué pasará con el guácharo?

El objetivo es devolverlo lo antes posible a la naturaleza, siempre y cuando supere la fase de adaptación y recuperación. “Ingresó el martes, vamos a ver su estado, si es que vuela, por eso necesito ponerle el ángulo un poco más grande, a ver si tiene la movilidad normal. Cuando esté comiendo bien y volando, tomamos la decisión de liberarlo. Los animales silvestres que se encuentran libres, debemos regresarlos lo más pronto posible para que no se adapten al cautiverio ni al cuidado humano”, explica.

La liberación se coordinará con el Ministerio del Ambiente, ente regulador de los centros de manejo de fauna silvestre. Los sitios previstos podrían ser el Bosque Protector Cerro Blanco o el Parque Lago, que cuentan con cobertura forestal adecuada para la especie. 

Educación ambiental y denuncia ciudadana

El caso del guácharo también resalta la importancia de la conciencia ciudadana. La Dra. Piña recuerda que todas las especies silvestres deben permanecer libres y que la tenencia ilegal de fauna está penada por la ley con sanciones económicas y hasta prisión. “Todos los ciudadanos debemos reportar o denunciar. Nosotros siempre decimos a los estudiantes: aprendamos a denunciar, así sean nuestros parientes, pero igual hay que hacerlo”, afirma.

Actualmente, existe la plataforma Animalia EC del Ministerio del Ambiente, que permite realizar denuncias anónimas mediante fotos, coordenadas y descripciones sencillas. Esta herramienta facilita la participación ciudadana en la conservación de la fauna.

“Todos los animales silvestres deberían estar libres. Ninguno debería estar en cautiverio, pero lamentablemente llegan a cautiverio para ser rehabilitados y nuevamente liberados”, concluyó.